Conoce que es el impuesto al sol y por qué se introdujo en nuestro país

Son muchas las personas que desconocen lo que es el impuesto al sol y, desde nuestra experiencia, hoy te queremos explicar lo que significa. Se trata de un impuesto que, en el 2015, se introdujo en España para garantizar la sostenibilidad eléctrica. Pero lo cierto es que, desde que se creó, siempre se ha visto rodeado de polémicas.

¿Qué es realmente el impuesto al sol?

El peaje de respaldo o el impuesto al sol estuvo vigente en España desde 2015 hasta 2018. Se trataba de una tasa con la que se obligaba a ciertas personas a tener que pagar una cierta cantidad de dinero por estar conectado simplemente a la red eléctrica. Esto quiere decir que cuando un ciudadano contaba con paneles solares de consumo propio tenía que desembolsar una tasa para contribuir al mantenimiento del sistema eléctrico.

¿Por qué se derogó el impuesto?

En el 2018, el presidente del Gobierno,, Pedro Sánchez derogó este impuesto tras tres años de marcadas polémicas mediante el Real Decreto Ley 15/2018. A la vez que se eliminó dicha tasa, también se anunciaron una serie de medidas para aumentar el autoconsumo como, por ejemplo, una reducción en el proceso administrativo, un consumo colectivo en empresas y comunidades de vecinos o la compensación por los excedentes a los consumidores más pequeños.

La despedida de este impuesto estuvo marcada también por la Unión Europea. De hecho, esta firmó para el año 2030 un acuerdo sobre las energías renovables en el que esta tasa se declaraba ilegal.

Las ventajas del impuesto al sol

La eliminación de este impuesto fue muy aplaudida tanto por los consumidores como por diferentes fuerzas políticas. No en vano, aunque muchos hogares estaban exentos del abono de esta tasa, no sucedió lo mismo en el caso de las empresas. Así, numerosas compañías que habían optado por la instalación de placas fotovoltaicas para producir energía propia y reducir sus costes, vieron cómo debían pagar por tenerlas.

Por otro lado, este impuesto provocó que nuestro país se alejara considerablemente de los objetivos marcados para el 2020 en cuestión de autoconsumo, a pesar de haber sido uno de los primeros en implementar este tipo de energía.

En definitiva, los consumidores domésticos con potencias superiores a 10 kW, así como las grandes, medianas y pequeñas empresas que han apostado desde el primer momento por la energía renovable, fueron y son hoy en día los grandes beneficiados por la derogación de este impuesto.

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